Cupido tiene la culpa[]
El impacto emocional que experimentamos al conocer a otra persona y quedarnos completamente deslumbrados, no es más que un flechazo de Cupido, una especie de enamoramiento repentino que no permite pensar en nada más.
Una mezcla de esa química que atrae o aleja a los seres humanos, con la idealización que cada uno elabora sobre el otro y, posteriormente, trasladamos a un individuo en específico.
En cambio, el amor es otra cosa: implica además de atracción, deseo y cariño, conocimiento mutuo, porque nadie puede amar a quien no conoce.
También respeto, confianza, preocupación por todo lo que guarde relación con la persona amada y aceptar a nuestra pareja con sus virtudes y defectos.Es, a decir de los expertos, el verdadero fruto que puede dar o no el enamoramiento, y exige estabilidad y perdurabilidad: dos criterios que confirman su verdadera existencia.